El momento que más me gusta de la creación es la búsqueda de la idea. Cuando esta llega, por tierra, mar o aire, me invade la euforia.
Luego hay que dejar que haga su trabajo y vaya rescatando las piezas del mosaico del subconsciente. Si me apego al resultado sufro, si dejo que la historia navegue sola disfruto. Una mezcla de diversión y agonía a partes iguales.
Escribo porque no puedo evitarlo, y si lo evito se me quema la comida